domingo, 14 de diciembre de 2014

Un Hombre para la Eternidad

Ficha técnica:

-Título original: A Man for All Seasons
-Año: 1966
-Duración: 120 min
-País: Reino Unido
-Director: Fred Zinnenman
-Reparto: Paul Scofield, Orson Welles, Vanessa Redgrave, Robert Shaw, Wendy Hiller, Leo McKern, Susannah York, Nigel Davenport, John Hurt, Corin Redgrave, Colin Blakely, Cyril Luckham
-Productora: Columbia Pictures
-Género: Drama histórico

Sinopsis

Este film británico cuenta el conflicto que hubo entre el intelectual Tomás Moro y el rey Enrique VIII. El monarca inglés deseaba conseguir el divorcio para separarse de su entonces mujer Catalina de Aragón, y volverse a casar con Ana Bolena. Esta práctica iba en contra de la doctrina de la Santa Sede, un aspecto que Moro defenderá cueste lo que cueste.

Psicología de los personajes

El personaje escogido es Enrique VIII, uno de los hombres más importantes y polémicos de la Historia de Inglaterra. Por su particular carácter colérico y pragmático, nos ha parecido que era impensable dejar pasar la oportunidad de ver cómo ha tratado el cine al rey de las seis esposas.

Personaje

- Historia real

Enrique nace en 1491. Hijo de Enrique VII y de Isabel de York, subirá al trono el año 1509, como un representante más de la casa Tudor. Ese mismo año contrae matrimonio con Catalina de Aragón. Esta unión es fruto de la política matrimonial de los Reyes Católicos, basada en la creación de una alianza antifrancesa. Las intenciones de los monarcas hispánicos serán seguidas por Enrique y luchará contra los franceses, obteniendo importantes victorias como el triunfo en la batalla de Guinegatte. No obstante, la fidelidad del rey inglés se pondrá en tela de juicio, ya que comenzará una relación cordial con Francia y el papado, estados que se convertirán en enemigos frontales de los reyes españoles. La amistad con España se retomará en tiempos de Carlos V en 1520.
Otro aspecto clave para entender la figura de Enrique VIII es su vida matrimonial. Se llegó a casar hasta seis veces con el objetivo primordial de engendrar un hijo varón que fuese su heredero. Su primera esposa fue Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos y sobrina de Carlos V. Al no obtener un hijo varón, Enrique decidió solicitar el divorcio, rompiendo una buena relación con el papa Clemente VIII, el cual le había llegado a nombrar Defensor Fidei por sus fuertes críticas a Lutero y al protestantismo. De esta forma, Enrique se ganará amigos y se creará enemigos dentro de su corte. Tomás Moro defenderá la postura católica y no cederá ante las presiones de la Corona. Su comportamiento le costará la vida, ya que será arrestado y decapitado por orden del rey. La solución que presentó Enrique VIII fue drástica, optó por divorciarse de Catalina de Aragón y separarse de la Iglesia católica de Roma, fundando su propia iglesia nacional en la que él se convertiría en la cabeza terrenal y espiritual. Las esposas se sucederían, siendo Ana Bolena la siguiente; Juana Seymour la tercera; Ana de Cléveris la cuarta; Catalina Howard la quinta y Catalina Parr la sexta y última.

- Historia ficticia

En la película, el personaje principal es Tomás Moro. Pero, he escogido ésta porque la caracterización de Enrique VIII me ha parecido espléndida. La cinta se centra en el periodo que comprende el final del matrimonio del monarca con Catalina y el proceso de Tomás Moro. Tras la muerte del cardenal Wosley, Moro es nombrado Canciller, el puesto cortesano de mayor relevancia en la corte inglesa. Es entonces cuando comenzará la tensa relación entre el humanista y el rey. La actitud de Enrique es de total inestabilidad, hace gala de un comportamiento afable y cercano para que a los pocos segundos tenga un cabreo monumental. Asimismo, la Razón de Estado está presente en toda la película, además del pragmatismo de Enrique, que quiere tener un hijo varón a toda costa. Para ello, no escatimará en usar espías, detener a importantes cargos del reino e incluso crear su propia Iglesia. El Enrique VIII de la película es el perfecto retrato de un gobernante maquiavélico que ríe a carcajadas exageradas y no manifiesta demasiado aprecio por el interés de la sociedad inglesa e incluso por la gente que le rodea.

Valoración personal

Considero que la película es un clásico del cine histórico. En 1966 obtuvo seis estatuillas, incluyendo mejor película, mejor director, mejor actor, mejor guion adaptado, mejor fotografía y mejor diseño de vestuario. Estos galardones ayudan a entender la calidad de una magnífica adaptación hecha por Fred Zinnemann de la obra teatral de Robert Bolt. El tratamiento del guion es espléndido, con diálogos antológicos que recogen actitudes e inquietudes de la época, como el de Tomás Moro con el alumno universitario Richard Rich sobre la corrupción en la Corte y la importancia de conseguir un trabajo de forma honrada. Por último, la actuación de Robert Shaw como Enrique VIII es lo que me ha hecho escoger esta película, ya que aparece como un monarca excéntrico e hilarante.

Escena de la película en la que aparece una conversación entre Tomás Moro y Enrique VIII:




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